Dec 31, 2010
Herramientas Digitales Verdes
Por: Julio C. Moreno
De todas las amenazas posibles al planeta, el daño al medio ambiente es la única amenaza que podríamos controlar. Aún con las iniciativas globales de organismos y gobiernos para formular e implementar políticas pro-reducción del calentamiento global, en el ciudadano promedio se refleja apatía ante la impotencia de eventos como la progresiva destrucción de la capa de ozono o la extinción de especies y surgen dudas hacia el rol que se debe asumir ante la complejidad del problema. Dentro del ámbito de trabajo de la Arquitectura e Ingeniería existen alternativas al respecto de estar presente en la línea de acción ecológica con apoyo de herramientas de software específico.
Contaminante global
Cuando pensamos qué podría ser un factor de daño a la biosfera lo primero que puede venir a la mente son las grandes corporaciones que tienen acción directa sobre la deforestación, el smog generado por la masa vehicular de las grandes urbes y fábricas o masivos derrames de hidrocarburos sobre los océanos, lo cual no dista de la realidad. Sin embargo, el balance estadístico revela que en países desarrollados son los edificios notables factores de contaminación del planeta, estos consumen la mitad de la energía eléctrica y también generan gases que fomentan el efecto invernadero. Los edificios, abordados en su concepto abstracto, no solo representan una inversión de tiempo y dinero, también reflejan consumo de recursos del mundo, que consumen materiales que a su vez debieron sufrir procesos de transformación, generando una cadena de polución ambiental pre, durante y post construcción.
Percepción de solución
Según el instituto Worldwatch, los edificios consumen aproximadamente la mitad de la energía utilizada en el planeta, liberando en la atmósfera un tercio de dióxido de carbono y dos quintos de los componentes que causan la lluvia ácida en los Estados Unidos, hay un sinnúmero de información estadística a disposición que determinan a los edificios como responsable de varias formas de degradación ambiental, poniendo en riesgo la salud y el futuro de la humanidad. Indudablemente, no es solución dejar de construir sino reformular las maneras de hacer edificios.
Sostenibilidad
En los últimos años se han producido grandes cambios en la percepción de los problemas de medio ambiente un concepto clave es “Sostenibilidad”, el término enunciado puede definirse como el punto de equilibrio entre las necesidades de las generación actual sin comprometer las posibilidades de las nuevas generaciones de poder realizar las suyas, el pensamiento verde es la visión optimista de creer que podemos hacer “algo” a diversos niveles por rescatar el medioambiente, el convencimiento de que es plausible no heredar un lastre ambiental a las futuras generaciones: Desde los podios de trabajo, es posible atenuar la huella de carbono dejada por los edificios a través de iniciativas como la reducción del consumo energético de los edificios utilizando fuentes alternativas y renovables de energía como la eólica y solar, mejorar el uso del suelo posicionando edificios fuera de tierras fértiles para la agricultura, construyendo edificios de madera de bosques certificados, reciclando materiales de construcción, demoler menos, rehabilitar más, entre otros.
Arquitectura: Inteligencia colectiva
Dentro del contexto de lo antes mencionado la práctica de la Arquitectura no ha estado exenta de modificar sus arquetipos de trabajo a un punto tal que la implementación de técnicas respetuosas con el medio ambiente son ya consideradas como el estado del arte de la técnica. Hoy en día puede considerarse a la arquitectura intelectual, metodológica y materialmente conectada tanto a la lógica tradicional como a otros campos antes inimaginables, se vuelve cada vez menos pura y más una disciplina enriquecida con conocimiento universal. Con la evolución de tecnologías de software y hardware emergente, nuevos materiales y cambios de paradigmas de creación es posible diseñar ciudades y edificios que emulen ecosistemas integrados.
Improvisación, antitesis de sostenibilidad
Los sistemas BIM revolucionaron la manera de hacer Arquitectura, en términos elementales agrupan a todos los profesionales involucrados, incluso al mismo dueño de la obra a participar de la interacción de un modelo tridimensional digital integrado. Si bien su uso aún no es tan frecuente en firmas en Latinoamérica, ya muchas grandes firmas han apostado por no pagar el alto costo de improvisar en sus procesos de creación. Las nuevas aplicaciones de software ayudan a simular la realidad a diversos niveles, derivando en la generación de información esencial que permita la eficiencia en la toma de decisiones sobre la confección óptima de edificios.
Simulación de realidades
Entre los enfoques de aplicación se mencionan desde sistemas de modelado bi-tridimensional con elementos asociados a bases de datos, sistemas de superposición especializados en ingeniería estructural, mecánica, eléctrica, hidrosanitaria, sistemas de cuantificación y costeo de objetos enlazados a bases de datos, sistemas de simulación de consumo energético, que analizan el comportamiento del edificio georeferenciado ante determinadas condiciones ambientales y cuantifican el ahorro de energía.
Todo esto en ambiente digital, interactivo y editable en cualquiera de sus etapas, las predicciones de conflictos en etapas tempranas del diseño y la evaluación de alternativas de escenarios “Que pasaría si” solo puede derivarse en optimización de recursos, de tiempo, de dinero, de la calidad de la obra. Simular la realidad, pero que esta sea digerible a todos los involucrados es un requerimiento indispensable.
Dentro de un marco visual gestáltico, se requiere tecnología aplicada, pero también la apertura mental en el consorcio de involucrados como engranajes de un objetivo mucho mayor: Recuperar el medio ambiente y el sentido de armonía de la tierra y la comunidad… un presente para el futuro.
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